Ahora que estoy a dieta sin sal una de las cosas que más me gusta comer son huevos, porque les eches lo que les eches saben genial, así que siempre ando a la búsqueda de recetas diferentes. Mi amiga Irene que lo sabe suele pasarme las que ella encuentra y prueba y esta que traigo hoy es una de las que más éxito han tenido en su casa y debo decir que también de la mía. La encontró en la página del Comidista que ella sigue religiosamente, aunque yo la he modificado un poco quitándole la sal.
Ingredientes:
- Dos huevos.
- Unas rodajas de tomate corazón de buey.
- Queso sin sal.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Pimienta negra recién molida.
- Orégano o Albahaca seca.
Preparación:
- En una sartén calentamos un poco de aceite de oliva. Mientras, batimos dos huevos.
- Cuando el aceite esta caliente echamos los huevos y los dejamos cuajar a fuego medio bajo. Sin darle la vuelta y cuando estén medio cuajados, añadimos el queso (cuanto más bueno sea, mejor), las rodajas de tomate, la pimienta negra y la albahaca o el orégano.
- Tapamos la sartén, apagamos el fuego y lo dejamos un par de minutos para que termine de cuajarse con el calor residual..
- Acompañar de escarola, rúcula o canónigos.
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