Y ¡que mejor forma de terminar la Semana Santa que con unas torrijas!, y estas son más ligeras porque no son fritas y no necesitan aceite, aunque la leche condensada tiene delito.
- 370 gr de leche condensada.
- Una barra de pan del día anterior.
- 2 huevos.
- Agua.
- Ralladura de naranja.
- Una ramita de canela.
Preparación:
- En un bol ponemos la leche condensada, el doble de agua que de leche, la ralladura de naranja y la rama de canela y dejamos infusionar unos minutos.
- Cortamos el pan en rebanadas no demasiado gruesas y reservamos.
- Batimos los huevos y mezclamos con la leche después de retirar la canela.
- En una fuente, colocamos las rebanadas de pan y cubrimos con la mezcla de leche y huevo, dejamos unos veinte minutos para que el pan se empape, damos la vuelta al pan de vez en cuando. Mientras precalentamos el horno a 200 grados.
- En una bandeja cubierta con papel de cebolla, vamos colocando las rebanadas de pan separadas para facilitar la cocción, metemos la bandeja en el horno con calor arriba y las dejamos hasta que se doren. Damos la vuelta al pan y repetimos el proceso.
- Servimos calientes, podemos espolvorear con azúcar, yo no lo hice porque para mi están suficientemente dulces.